LEÓN BOUCHÉ
1902-1970
En el homenaje al empresario Alberto J.Armando, con motivo de la creación de la Ciudad Deportiva de Boca, Bouché fue elegido para la presentación del acto.
Comenzó diciendo:
“Alguien dijo que la vida humana se divide entre protagonistas y espectadores. Es decir entre los que fundan la historia y los que se limitan a vivirla. La distinción parece necesaria, cada vez que debemos referirnos a esas personalidades excepcionales, capaces de conmovernos o de asombrarnos con los destellos de su voluntad creadora y cuyas vidas piden para ser escritas con una tinta especial y única: la del heroismo, la de la sabiduría, la del sueño. Estas tres condiciones, son, precisamente, las que iluminan a estos hombres y los facultan a desarrollar una labor que, cualquiera sea la profesión o la disciplina elegida, resplandece y emociona por su impronta creadora. En algunos países se los llama “Self Made Men”. Yo, en el nuestro, los llamaría simplemente “Paladines del progreso”.
Es la condición de soñadores la que les permite, divisar sobre esta realidad, que es común a todos, el horizonte inédito, la página virgen o intacta, con la que ellos forjarán su obra.
Es el heroismo que anima sus corazones, que alumbra sus luchas y esperanzas, el que hace posible que defiendan íntegramente sus sueños a pesar de las dificultades y obstáculos que hacen difícil su paso. Y es por último, la sabiduría lo que los arma de la necesaria dosis de lucidez para transformar en realidad sus proyectos, para traducir a hecho incontrastable, sus ambiciones, impidiendo que el sueño el heroismo, se esterilicen, sean virtudes vanas o indocumentables.
Quiero llamar “Paladines y visionarios” a quienes almacenan en una página o en un laboratorio, la obra memorable o el descubrimiento genial. A quienes con su ímpetu colonizador fundan pueblos o empresas, extraen de la tierra de sus afanes y de sus trabajos la fruta maravillosa del progreso. A quienes convierten el suelo en que pisan en surco fecundo y milagroso.
Estamos esta noche, frente a un auténtico visionario, a un auténtico hacedor, como se decía en la antigüedad. Demás está decir que mis palabras no son más que un prólogo para Alberto J. Armando, nuestro conferencista de esta noche, en el que me honro presentar“
Continua su disertación sobre la biografia y actuación de Armando, exaltando sus valores para terminar diciendo:
“Nada oculto, porque nada escondo, podría ser el lema para el despacho de cristal donde Armando cotidianamente entra con la convicción de que mientras algo queda por hacer, nada se ha hecho todavía. Por eso se me ocurre que un dictamen de Goethe, puede ser pórtico de su biografia y de esta semblanza que he trazado aquí. Decía el gran poeta alemán: Cuando he trabajado todo el día, un buen atardecer me sale al encuentro. Armando es dueño de ese atardecer, también es dueño de palabras, de ideas, de conceptos que iluminan su condición de visionario y hombre de empresa. Son las que ustedes escucharán ahora”.